Durante el sueño ocurren varias actividades vitales que nos ayudan a mantener un buen estado de salud y permiten que nuestro cuerpo y mente funcionen de manera óptima.
El sueño está formado por varias fases o etapas que van desde que lo iniciamos hasta cuando despertamos. Ciertas fases o etapas del sueño son necesarias para sentir descanso y obtener energía suficiente para vivir el día siguiente, mientras que otras fases se utilizan para aprender o crear recuerdos.
Entre las principales funciones del sueño como acto de dormir y reposar el cuerpo podemos mencionar:
El restablecimiento y conservación de la energía,
la eliminación de sustancias tóxicas para el organismo acumuladas durante el día,
la regulación y restauración de la actividad eléctrica de las neuronas,
la regulación de la temperatura corporal,
la regulación metabólica y hormonal,
la activación del sistema inmunológico,
la consolidación de la memoria, y el tener sueños, entre otras.
Con respecto a ésta última, el hecho de dormir despierta la función de soñar. Todos soñamos y todos tenemos sueños, unos fácilmente recordables o parcialmente, y otros ni siquiera alcanzan a serlo. Los sueños o ensoñaciones involucran eventos que no se experimentan cuando estamos despiertos: cambios repentinos de tiempo y lugar, cambios en la edad, la presencia de personas que se sabe han fallecido o de personas o animales fantásticos que nunca existieron, y muchos otros ejemplos que cualquiera puede compartir porque son universales, nos suceden a todos y son la manera a través de la cual accedemos a un mundo interior llamado inconsciente. El acto de soñar prepara al individuo para afrontar la vida emocional y psíquica una vez despierte.
No recordar los sueños no significa no soñar; de hecho, algunas especies de animales vertebrados distintos al hombre sueñan y es allí donde resuelven estrategias para escapar de los depredadores y para cazar con mayor eficacia.
Volviendo al hecho de dormir, no dormir lo suficiente puede ser perjudicial; existe una estrecha y compleja relación entre el dormir y el proceso de aprender, y entre el sueño y el desarrollo de las capacidades cognitivas de un individuo. Por ejemplo, los niños y jóvenes en edad de aprendizaje pueden tener serios problemas con el rendimiento académico; adultos en edad laboral, pueden tener mayor probabilidad de accidentes y disminución del rendimiento, y los ancianos pueden tener una importante pérdida de su funcionamiento mental. Es decir, los trastornos del sueño están relacionados estrechamente con el deterioro físico y mental en cualquier edad.
Trastornos del sueño en niños y adolescentes.
Los trastornos del sueño son uno de los principales problemas que manifiestan los padres en las consultas, más de un 25% de los niños experimenta un trastorno de sueño importante en algún momento; estos trastornos del sueño tienen consecuencias importantes tanto para el paciente como para la familia, por lo que precisan una evaluación y un manejo adecuado por médico general y especialistas.
Los trastornos del sueño son importantes porque pueden ocasionar una somnolencia diurna excesiva que en la infancia se manifiesta como alteraciones del ánimo, problemas conductuales, hiperactividad, falta de control de impulsos y déficits cognitivos que conllevan problemas escolares y en el aprendizaje.
Es fundamental conocer la arquitectura del sueño en la infancia, su maduración y sus características específicas, en cada etapa para poner entender los trastornos del sueño y distinguir entre procesos fisiológicos y patológicos. Las necesidades de sueño son variables según la edad, los neonatos duermen unas 17h, mientras que los escolares duermen 10h.
¿Qué son los trastornos del sueño?
Los problemas del sueño son afecciones que alteran sus patrones normales de sueño. Existen más de 80 diferentes trastornos del sueño. Algunos de los más importantes incluyen:
• Insomnio: No poder quedarse dormido y mantenerse despierto. Este es el más común trastorno del sueño
• Apnea del sueño: Trastorno de la respiración en la cual la respiración se detiene por 10 segundos o más mientras duerme
• Síndrome de las piernas inquietas: Una sensación de hormigueo o punzadas en las piernas junto a una fuerte necesidad de moverlas
• Hipersomnia: No poder mantenerse despierto durante el día. Incluye la narcolepsia, que causa una extrema somnolencia diurna
• Trastornos del ritmo circadiano: Problemas con el ciclo vigilia-sueño que dificultan quedarse dormido y despertarse cuando corresponde
• Parasomnia: Conducta inusual como hablar, caminar o comer al quedarse dormido, durante el sueño o al despertarse
Algunas personas que se sienten cansadas durante el día tienen un verdadero trastorno del sueño, pero para otras, el problema es no dedicar suficiente tiempo para dormir. Es importante dormir lo suficiente cada noche. La cantidad de sueño que usted necesite depende de varios factores, incluyendo su edad, estilo de vida, estado de salud y si ha dormido lo suficiente últimamente. La mayoría de los adultos necesitas entre 7 y 8 horas
MOTIVOS DE CONSULTA MÁS FRECUENTE:
( Niños, jóvenes y adultos)
Alteraciones del ritmo circadiano.
Alteraciones relacionadas con movimientos anómalos del sueño.
Hipersomnias (narcolepsia)
Insomnio
Síndrome del retraso de fase
Somnolencia diurna
Sonambulismo
Terrores nocturnos
Trastornos del sueño relacionados con la respiración.